Mi primera vez

Tendría yo al rededor de 5 años cuando me inicié en el sexo.
Debe haber algún que otro recuerdo encubridor por ahí dando vueltas, pero pasó mas o menos así...
Resulta que, no se como, me había enterado de cómo llegaban los bebés al mundo. Entonces decidí recurrir a mi vecinita, quién siempre accedía a todo lo que le pedía, para que me ayude a hacer un bebé.
Le expliqué todo el asunto y, sin dudarlo demasiado, comenzamos los preparativos.
El primer problema que encontramos fué la diferencia de altura. Resultaba ser que yo, en ese entonces, era muy bajito, y ella era claramente mas alta que yo. ¿Acostarse en la cama? ¡Ni se nos ocurrió! Consideramos mas práctico traer un banquito de la cocina, de forma tal que mi pitulín quedase a la altura de de su cachufleta.
Ella tenía un vestidito que no molestaba, y sólo tuvo que sacarse la bombachita. Entonces me subí al banquito y acerque el pirulín al orificio en cuestión. Aquí fue que apareció el segundo (y, quizás, mas importante) problema.
¿Acaso se imaginaron que a esa edad se me paraba? ¡Pues claro que no! Ni siquiera sabía lo que era una erección. Lo mejor que se me ocurrió, entonces, fue intentar introducir el fláxido miembro con mi dedo pulgar, mientras ella se levantaba el vestidito con sus manos. De seguro nos veíamos adorables.
Pero lamentablemente no logré mi cometido, todo debido al tercer inconveniente: llegó la madre.
Si, la madre llegó y se encontró con este precioso cuadro. Acto seguido pegó unos importantes gritos.
Mi vecinita, lo primero que hizo fue soltar el vestidito que sostenía con sus manos y poner cara de "¿Qué? ¿Qué pasa?". Yo quedé mas en evidencia, sosteniendo eso que llamamos pene entre mis manos.
A esa altura ya intuía que lo que estábamos haciendo no le había caído en gracia a la señora, por ende, sin decir "agua va" me subí el pantalón y comencé a correr hacia la puerta de salida. La madre de mi vecinita me pisaba los talones, pero no logró alcanzarme. Salí, hice 10 metros mas, y me metí en mi casa, bajo la protección de mi señora madre.
No se por que se calentó tanto... si sólo hacíamos cosas de chicos....

7 comentarios :

Laura dijo...

Ja!
Noto que entramos en una nueva etapa del blog, la más picantusa. Volviste a ver a la vecinita? Qué fresco quedó tu recuerdo...
Ahora jugate y seguí evocando!

Pau Go dijo...

jaja, gloriosa experiencia, aunque no creo que cuente como primera vez.

A esa edad, mis primas me casaban cada día por medio con mi primo... y si, con piquito y todo.

Jerry dijo...

Si, Laura. Por supuesto que la volvía ver.
Durante un tiempo dejamos de frecuentarnos, pero luego volvimos a ser amigos hasta que se mudaron.
No creo tener una historia con ella mas jugosa que la que conté, pero si recuerdo haber empujado, sin querer, a su hermano a través de la ventana del balcón.

Pau... ¡no seas aguafiestas! :-P

Eli dijo...

Pero si parece una escena muy tierna!!! yo la verdad cuando me enteré del sexo a la edad que tenía dije: qué asco!!!

Lo que sí me hiciste acordar con tu texto fue que a los 6 años jugaba al "streep tease" con vecinito de al lado, que era 2 años más chico que yo.. jajajaja.

Kairel dijo...

Y sí, cosas de chicos...

Ayelén dijo...

yo jugaba al doctor con un amiguito del jardin que se llamaba Pablo y poníamos a su hermana como campana en la puerta.
Me descubrieron dos veces: una con él y otra vez en un momento de autosatisfacción a los 5 o 6 años. ¡Imaginate la verguenza que me agarró que aún me acuerdo!

Jerry dijo...

¡Pobre la hermana! Seguro que también quería jugar (¿haciendo, tal vez, de enfermera?) y ustedes la mandaban a vigilar.
¡Que mala gente! :-P