Es muy fácil opinar sobre lo que uno haría o no haría jamás, desde la comodidad que te proporciona un contexto sin exposición.
Es muy fácil determinar como se comportaría uno frente a ciertas situaciones, cuando esas situaciones son hipotéticas y no reales.
Es muy fácil decir "No tendría una relación gay ni por un millón de dólares" cuando es impensable que alguien te ofrezca dicha suma para tener una relación homosexual.
Es muy fácil decir "Yo jamás sería infiel" cuando nunca te viste enredado en una situación comprometida con alguien que realmente te gustara mucho y que no fuera tu pareja.
Cuando uno está cómodo y conforme con su situación actual, es raro que quiera exponerse a otras situaciones que le puedan echar por tierra esa idea. Sin embargo, eso me está pasando últimamente. Me expongo a ciertas situaciones, y juego con fuego.
¿Por qué lo hago? No podría saberlo con certeza, pero tengo la sospecha de que se debe a que es una buena forma de probarse a uno mismo. Una forma de corroborar si lo que uno piensa es cierto, o si uno se está mintiendo a si mismo. Una forma de conocer sus propios límites de manera empírica.
Debo reconocer, también, que lo disfruto bastante.
Hasta acá todo muy lindo, pero... ¿Es gratis todo esto? ¿Acaso no tiene un costo?
La respuesta que tengo en este momento es: No, no es gratis, y sí, tiene un costo.
Lo primero que me ataca es la culpa. Culpa de estar buscando "algo mas" de lo que ya tengo, una culpa de ambicionar, una culpa inconformista. Pero éste es el menor de los costos, el mas fácil de asimilar, porque si lo pensás un poco, es mas que entendible. El ser humano es ambicioso por naturaleza.
Luego me aqueja la idea de estar provocándole un daño a alguien mas, a un tercero, sólo por satisfacer mi deseo egoísta de ver hasta donde puedo llegar. Saber que uno está haciendo algo que no le gustaría que le hagan.
Y por último, asumir el riesgo de perder todo en caso de evidenciarse tu comportamiento.
Es necesario poner en la balanza los costos y los beneficios, y decidir si seguir adelante o cortar con la situación.
A mi no me cuesta tanto decidirlo, y eso también me genera cierta culpa.
Si lo hago por probar mis limites... ¿Cuando es suficiente y tengo que dejar de probar?
Hoy, como nunca (y como siempre):
Puedo tocarte o solo verteGrandes esperanzas - Catupecu Machu
Muero de pronto, vivo siempre
Pruebo, más de dos veces
Juego con fuego.
Voy sin dormir a donde sea
Más lo pienso, más me cierra.
Lejos siempre tiene un cerca
Que sabrás de mi inocencia.
Lo prohibido es tentador
Quédate hasta que amanezca.
Llega el día y de vuelta
El camino la respuesta.
Puedo tocarte o solo verte...
Voy donde no me llevan
Más adentro de la selva.
Lejos de algunos idiotas
Que quieren domar las fieras.
Lo que quiere el domador
Queda adentro en una siesta.
Llega un tiempo en que resurge
El camino lo despierta.
Puedo gozar o ser inerte
Muero de pronto, vivo siempre
Pruebo, más de dos veces
Juego con fuego
Voy al doble con mi apuesta
Mas te quiero si te arriesgas.
Lejos te ví y me dí cuenta
Que disfruto la tormenta.
Lo que restringes en vos
Queda adentro y te envenena.
Llega el día y todos vuelven
El camino nunca duerme.
Nunca duerme!
El camino nunca duerme, el camino nunca duerme.