Salvado por la campana

Ayer estuve asiiiiiiii de decirle. Pero por suerte (o por desgracia) me salvó la campana y me tuve que ir.

Tengo algo guardado que realmente quiero decir, pero se que al decirlo estaría arriesgando mucho.
Evalué y me dí cuenta que tengo mas para perder que por ganar, y decido, entonces, que es mejor callar.
Sin embargo, aún habiendo evaluado y llegado a la conclusión que lo mejor es no decirlo, no logro que se me vayan estas ganas de escupirlo y repartir el peso que estoy cargando yo solo.

Como sea, menos mal que ayer no lo dije. Ella solo estaba jodiendo, y yo hablaba en serio.

Abstinencia

La falta de sexo no me está afectando taaaaan negativamente, como como cualquiera hubiese pensado, incluso yo.
Que me está afectando, es evidente, pero podría ser mucho peor.


Igualmente, no lo recomiendo para nada.


Una semana después

creo que sos una
¡¡BOLUDA!!
y yo también

Sueñus interruptus

Tengo que reconocer que, generalmente, mis sueños son muy locos. Pero me pasa, a veces, que me encuentro inmerso en sueños que son perfectos. Esos sueños que mientras estás en ellos, te llenan de felicidad, te colman el alma y demases frases dignas de Sergio Denis.
Sin embargo, cuando esto sucede, llega un momento en el que me doy cuenta que es un sueño (¿será que no creo que algo tan bueno me pueda ocurrir?). Me doy cuenta que es un sueño y me ofusco, porque descubro que esa felicidad no es real y que encima, aunque me entregue al placer que me otorga la ficción, ya se está por terminar. El mismísimo hecho de tomar conciencia de que es un sueño, hace que se acabe ahí nomás.
Es el momento del "¡¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!!!"
Pero no hay forma de volver al sueño. Por mas que me concentre y me revuelque en la cama buscando conciliar nuevamente, no, no hay caso.
No puedo explicar la impotencia que me provoca. Saber que no hay manera, que es imposible. No way, ni con Mastercard.
Pero bueno....

Quizás, cuando se invente la Matrix...