Hay placeres que son universales y, digamos, evidentes. Como comerse un rico helado un día de calor, o una buena sesión de sexo. Pero hay otros mas personales y no tan evidentes.
Ejemplos:
- Despertarte temprano, con mucho, pero mucho sueño, y darte cuenta que ese día no tenés que levantarte y podes seguir durmiendo
- Refunfuñar cuando tenes reales motivos para hacerlo
- Rascarse la planta de los pies en la alfombra
- Escarbarse la nariz cuando nadie te ve (¡ojo donde te limpiás los mocos luego!)
- Una cucharada colmada de dulce de leche
- Notar que un regalo que hiciste le encantó al destinatario
- Lograr que alguien, sin que se de cuenta, haga lo que vos querés.
Ya iré ampliando la lista
6 comentarios :
Una vez me desperté, me levanté, me vestí y fui hasta mi trabajo, solo para darme cuenta de que era sabado y no tenía que trabajar...
el primer ejemplo es lo mejor que te puede pasar!
Menos los últimos dos placeres, sería importante que los demás no sean cumplidos en el orden en que fueron enunciados, porque sino se vuelve todo un asquillo.
Anoto otro placer: tomar mate en la terraza mientras leo y saber que no tengo que estudiar, ni trabajar, ni apurarme para terminar esa página en curso... Fantástico.
Que me rasquen la espalda! Eso, sí hasta que me duerma ... desde chiquitita me gustó que me rasquen la espalda. A veces me pregunto si no será de flia.
Andar descalza en patas o en medias.
Taparse hasta la nariz en invierno.
Y otra canidad de placercitos que hay por ahí dando vueltas
¡Muy de acuerdo con la rascada de espalda!
Dicen que los gemidos de placer que emito cuando me rascan la espalda, no aparecen ni en pleno climax de una relación sexual.
Bueno, Mr. Queselevacer, tampoco queríamos saber tanto...
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